Pastel para despedida
Sobre el pastel para despedida... ¿cuántos pasteles has tenido en tu vida? seguro muchos, igual nosotras, haciendo cuentas uno por cumpleaños, los de la escuela, el trabajo, bodas, entre otros, honestamente ¿cuántos realmente han sido algo realmente fantásticos?
El pastel debe ser sabroso y, además, mucho. Esto es lo más importante, el pastel debe ser tan rico que la gente se lo termine y pida más. No podemos comprarlo de camino a la despedida... está bien, lo admitimos, han mejorado en general, pero de cualquier forma no propone nada, es el típico pastel que podemos tener para cualquier emergencia o, mejor dicho, ocasión.
Ya no se vale el típico pastel cubierto de merengue blanco con vivos en rosa y azul con las palabras escritas en chocolate líquido: ¡Felicidades! Lo que se estila hoy es un pastel temático y muy divertido divertido. Es verdad que depende del perfil de las invitadas que tan divertido puede ser, pero tiene que serlo. Por ejemplo, algo que nos ha resultado para tener un buen pastel para despedida es comprar un pastel sabroso en un lugar donde nos gusten y, después, ensamblarle un simbolo fálico que podemos hacer con pasta de azúcar, pastelillos que venden en el super mercado o, incluso de chocolate (más complicado, pero más sabroso).
La coca-cola o el café, normalmente, no es lo ideal. El café está bien, pero mejor saberlo poner con un vino espumoso, un vino de cosecha tardía o con un porto. La verdad es que una despedida, y en general cualquier reunión, ya no pueden funcionar como antes, porque por eso es que las invitadas no quieren asistir.